La elección de un antidepresivo en particular depende de muchos factores vinculados a la sintomatología específica de cada paciente. Solo un especialista en salud mental está capacitado para diagnosticar y prescribir este tipo de fármacos. Los antidepresivos contienen sustancias que ayudan a estabilizar el estado de ánimo y los trastornos que generalmente acompañan a la depresión, como ansiedad e insomnio entre otros.

Algunos antidepresivos tienen efectos secundarios poco tolerables para algunas personas. Otros solo pueden obtenerse a través de una prescripción médica por ser de uso controlado debido al riesgo de su utilización por periodos prolongados.

Aunque los antidepresivos suelen reducir considerablemente los síntomas de la depresión, es importante que el médico haga una evaluación de salud completa para descartar cualquier otra condición física o mental.

Ciertos antidepresivos no son recomendables durante el embarazo o la lactancia.  La interacción de este tipo de fármacos con bebidas alcohólicas, drogas u otros medicamentos también puede implicar reacciones peligrosas.

Existe una gama muy amplia de antidepresivos y cada uno de ellos afecta la función química cerebral de distintas maneras. Por lo tanto, el neurólogo o psiquiatra encargado de su tratamiento elegirá el más idóneo a sus necesidades particulares, y dará un seguimiento cuidadoso de su evolución anímica y sintomática efectuando cambios de ser requeridos.